Es muy importante mantener el sistema de exhaustión de su vehículo siempre perfectamente
revisado, no sólo para disminuir la contaminación del aire y la contaminación sonora,
causada por gases y ruidos emitidos por un caño de escape mal conservado, sino también
para mejorar el confort y la seguridad de quien está en el vehículo.
Nuestro consejo es que haga una revisación completa del sistema de escape por lo
menos de seis en seis meses.
Un soporte o cojinete rotos, por ejemplo, terminarán por ocasionar mayores daños
por causa de la vibración, lo que puede ser fácilmente resuelto con una revisación
periódica.
Otra información importante: un vehículo estacionado, con el motor en funcionamiento,
genera 400 ml de vapor de agua a cada 18 minutos. Este vapor al enfriarse, se queda acumulado
dentro del caño de escape. Además, la quema del combustible genera gases que son expulsados
dentro del caño de escape; como el sistema no llega a evaporar todos los líquidos (ácidos)
provocados por la combustión, éstos acaban -con el pasar del tiempo- oxidando y corroyendo las
partes internas del sistema.
Es importante recordar, sin embargo, que la vida útil de los caños de escape está relacionada
con los trayectos recorridos por los vehículos. Cuando se anda mucho más en la ciudad, con bajos
períodos de utilización de cada vez, el sistema de caño de escape no consigue evaporar los ácidos
generados por el funcionamiento del motor y la durabilidad es perjudicada.
Vea algunos de los síntomas que suelen suceder con caños de escape y sus soluciones más comunes: